Charlene de Mónaco regresó para quedarse. La que fuera nadadora vivenció un complejo problema en su salud que la obligó a permanecer en reposo y bajo los cuidados de los profesionales; sin embargo, con cada una de sus apariciones, que con el correr de los meses se hicieron más continuas, ha dejado en claro que se siente mejor.
Así las cosas, fue posible observar a la oriunda de Sudáfrica en diferentes actos en los que luce su característico estilismo y en su semblante se percibe una mejoría, tal y como ocurrió en la entrega de regalos de Navidad, donde Charlene de Mónaco estuvo acompañada por el príncipe Alberto.
"Aún llevará algún tiempo, pero estoy feliz. Mi familia y mis personas queridas son mi roca".
No obstante, el tema de la salud de la primera dama siempre ha generado preocupación y, en esta oportunidad, no guardó silencio. Así, brindó un discurso desde la sala familiar del palacio: "Me gustaría decir que me siento mucho mejor que en los últimos años", y continuó: "Sigo recuperándome. Aún llevará algún tiempo, pero estoy feliz. Mi familia y mis personas queridas son mi roca. Afronto el futuro paso a paso, día a día".
El papel de Jacques y Gabriella
Lejos de quedar ahí, Charlene de Mónaco se animó a conversar acerca de sus hijos, que, recientemente, celebraron sus 8 años. "Nacieron con responsabilidades", confirmó la princesa y añadió que están aprendiendo sobre el lugar que les corresponde en la familia real. "Mi esposo y yo, cuando tenemos que asistir a un acto, les explicamos qué tipo de evento es, de qué tipo de ceremonia se trata", confesó.
Por su parte, Charlene de Mónaco se expresó sobre el compartir con los mellizos los diferentes compromisos, como fue el participar en la Fiesta Nacional. "Estaban entusiasmados, siempre es un momento de alegría con la familia, apoyado por las interacciones con el pueblo monegasco. Jacques estaba feliz de ponerse la misma vestimenta que su padre y Gabriella, de lucir su medalla", aseguró la sudafricana.