Vivir del arte es una conquista a la que pocos llegan y muchos sueños quedan en el camino. No es nada fácil de conseguir y la actriz Ingrid García Jonsson lo sabe muy bien. La intérprete no tuvo reparos en hablar de su compleja situación económica en una entrevista para "El Mundo".
A sus 30 años, Ingrid García Jonsson ha pasado cuatro años de su vida estudiando arquitectura para recalar en el mundo de la interpretación, aunque admite que es una profesión bastante complicada, ya que su carrera no sigue una línea como la del resto.
“El dinero se me acaba, no hay nómina a fin de mes”, confiesa la actriz que acaba de presentar su nuevo trabajo, titulado “Veneciafrenia”, una película de Álex de la Iglesia donde está entre los protagonistas. La joven entiende que son tiempos claves en su vida, ya que, si un trabajo como intérprete no toca su puerta en los próximos meses, deberá dedicarse a otra cosa.
“El dinero se me acaba, no hay nómina a fin de mes”.
Según contó Ingrid García Jonsson, un trabajo la llevó a filmar 10 días en Budapest y eso le ha permitido tener dinero suficiente en su cuenta para subsistir en los próximos dos meses. “En nada voy a estar otra vez tirándome de los pelos a ver qué sale”, asegura con un dejo de tristeza quien fuera nominada como actriz revelación a los Premios Goya 2014.
Ama lo que hace
Su situación económica contrasta por completo con lo que le toca sentir cada vez que interpreta un personaje. “Me gusta demasiado este trabajo y el cine, tener la posibilidad de contar historias y que la gente las vea, de trabajar en equipo con tanta gente apasionada por lo que le gusta”, confiesa Ingrid García Jonsson.
A su vez, el plan B de la actriz está en marcha. “He sido camarera y he sido feliz, he cuidado niños y he sido feliz, he dado clases y he sido feliz. Hay muchas profesiones en las que me puedo sentir realizada y bien”, asegura sin vueltas la nacida en Suecia hace 30 años.