Mai Meneses fue como invitada a "Viajando con Risto" y, muy sentida, la exparticipante de "Operación Triunfo" recordó sus años más movidos junto a Nena Daconte y lamentó lo perdida que se sintió durante ese tiempo. En diálogo con Risto Mejide, la famosa reconoció que debido a sus problemas de consumo padeció graves inconvenientes vinculados a su salud mental.
Mai Meneses es consciente de que esos años de desbordes la condujeron a tocar fondo. También sabe que, debido a esas experiencias, perdió la posibilidad de seguir creciendo en su profesión. Entiende, sin embargo, que la fama no es sencilla y que no todos están listos para hacerle frente. Sus declaraciones en el ciclo de Mejide se llevaron todas las miradas.
Al respecto, subrayó: "Tienes que estar preparado psicológicamente". Resulta que, pese a sus ganas de aparecer en "Operación triunfo", siempre se sintió de lo más insegura ante la atención mediática. Supo brillar gracias a su talento, pero los recovecos del estrellato terminaron estrellándola ante sus propios miedos.
"Tenía el síndrome de la impostora".
Resulta que Mai Meneses tampoco pudo aprovechar del suceso que obtuvo Nena Daconte. "Tenía la autoestima por los suelos", admitió y, en ese sentido, explicó que no se sentía merecedora del éxito alcanzado. "Tenía el síndrome de la impostora", remarcó. Siguiendo esa línea, precisó: "Sonábamos en muchos sitios y yo todo el rato estaba 'pero si yo canto mal', 'pero si mis canciones son malas'".
Todo ese desgaste emocional la terminó alejando de su centro. Fue así como comenzó a explorar con un consumo que afectó su salud mental. Tal fue el brote que padeció que se vio obligada a asistir a un especialista en psiquiatría. Le diagnosticaron un fuerte cuadro depresivo y comenzó a ser medicada. Afortunadamente, la medicina comenzó a surtir efecto. "En tres meses estaba en tabla rasa. Se acabaron las paranoias, se acabaron los miedos", señaló, tal y como recoge "Semana".
No fue todo
Mai Meneses asiste desde hace más de una década al psiquiatra y, paso a paso, comienza a levantar cabeza. Pese a ello, no todo es color de rosa, ni mucho menos. "A veces dejo de tomarme la medicina y vuelve la feria… al completo. O peor. La feria va creciendo con los años", acotó. Más allá de eso, la artista se siente más segura y mejor plantada que años atrás y, con resiliencia, da cuenta de que se puede salir del fondo.