El televisor es uno de los dispositivos electrónicos que siempre está presente en el hogar, pero su consumo de energía termina representando una parte importante del gasto de energía que se hace en casa a lo largo del mes.
Según la Agencia Internacional de Energía, el televisor, dependiendo de su tamaño, puede consumir entre 100 y 400 kWh al año, lo que se traduce entre 10 y 40 dólares anuales. En muchos hogares se le conectan otros dispositivos al Smart TV y esto causa que el gasto aumente.
Los decodificadores, consolas de videojuegos y reproductores de contenido que se quedan en modo de espera o standby tiene una incidencia significativa en el consumo energético. Este consumo “fantasma” puede representar el 10 por ciento del total de gasto eléctrico del hogar.
Medidas a tomar
Lo ideal sería desconectar o gestionar el uso de estos dispositivos para ayudar a reducir el gasto energético que el televisor ocasiona en el hogar. Incluso cuando el Smart TV está apagado, aparatos como los decodificadores pueden consumir lo mismo que un televisor prendido varias horas al día.
Aparatos como los decodificadores pueden consumir lo mismo que un televisor prendido varias horas al día.
Una medida importante a tomar sería desconectarlos cuando no se usa o programarlos para que se apaguen luego de un período de inactividad. Este detalle podría marcar la diferencia en la factura de la luz que llega a casa cada mes.
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