Si estás buscando una forma práctica y económica de cuidar tus plantas, te presentamos una solución que no solo te ayudará a ahorrar tiempo y dinero, sino que también te permitirá despreocuparte en un 50% por el estado de tus queridas plantas: las macetas autorregantes hechas a partir de botellas de plástico recicladas.
Este paso a paso te guiará a través del proceso de creación de estas ingeniosas macetas, que harán el trabajo de riego por ti, asegurando un suministro constante de agua para tus plantas.
Primero debes cortar la base de una botella de plástico, dejando un tercio a un cuarto de la altura de la maceta. Por ejemplo, si tu maceta mide 15 cm de alto, corta la base de la botella de modo que queden unos tres o cinco centímetros de altura. Luego, coloca algodón en la base de la maceta para tapar cualquier perforación que pueda tener y añade una capa de arena de al menos 2 cm de alto y coloca la base de la botella cortada sobre la arena.
De esta manera ya no tendrás que botar a la basura tus botellas de plástico.
Una vez realizados estos pasos, debes presionar firmemente la base de la botella en la arena y luego introducir un trozo de manguera que servirá como conducto para agregar agua al reservorio, que es precisamente la base de la botella.
Relleno de las macetas
Para rellenar tus macetas puedes hacerlo con arena, incluyendo el reservorio, hasta cubrir por completo todas las partes. La arena es ideal porque es un material inorgánico que no se descompondrá con el tiempo, ayudando a mantener la humedad en el sustrato de las plantas de interior.
Finalmente debes colocar la planta en tus macetas autorregantes elaboradas y cúbrela con tierra, asegurándote de no obstruir la boquilla de la manguera. Ahora tendrás un tiesto perfecto listo para tus plantas. Agrega agua delicadamente a través de la manguera según las necesidades de cada planta y hazlo de forma periódica.
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