Las subastas internacionales han sido testigos de cómo ciertos sellos postales han alcanzado cifras astronómicas, y algunos de ellos, por su rareza y significado histórico, se consideran tesoros invaluables.
Uno de los sellos postales más fascinantes de la historia de la filatelia es el sello imperforado de aviones y paisajes, preparado para su emisión en 1939 pero que nunca llegó a circular oficialmente. Pese a que esta serie nunca fue lanzada al público, algunos ejemplares fueron utilizados en el correo postal, lo que aumenta su rareza y valor.
Otro de los sellos postales que ha marcado un hito en las subastas entre coleccionistas es el sello rosa pálido de 2 reales de la serie Dos Reales, emitido en 1852. Este sello es conocido por su distintivo color rosa y por la figura de la reina Isabel II, junto con la inscripción "Correos 1852". En 2012, un ejemplar de este sello se vendió por 7.000 euros, cifra que refleja la fascinación que despierta este tipo de piezas.
Finalmente, uno de los sellos postales más exclusivos de España es el sello de bronce de 3c, emitido el primer día de 1853. Este sello es considerado uno de los más raros de la historia del país y fue utilizado únicamente dentro de la ciudad de Madrid, lo que limita su circulación y aumenta su valor en el mercado del coleccionismo.
Estos son los sellos más valorados del mercado filatélico.
Valor en aumento
El alto valor alcanzado por estos ejemplares en subastas demuestra la creciente importancia de la filatelia no solo como pasatiempo, sino también como inversión. A medida que se descubren más piezas como estas, el mercado de la filatelia continúa siendo un terreno fértil para aquellos que buscan diversificar sus inversiones en objetos con una fuerte carga histórica y cultural.
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