Limpiar el horno puede ser una tarea difícil, pero con ingredientes naturales es posible decirle adiós a la grasa sin usar químicos agresivos. Bicarbonato de sodio, vinagre blanco y jugo de limón son aliados idealess para desinfectar y desengrasar.
El primer paso es preparar una pasta con bicarbonato de sodio y agua. Esta combinación se aplica en el interior del horno y se deja actuar durante varias horas, preferiblemente toda la noche, para aflojar la suciedad adherida.
Acto seguido, debes rociar vinagre blanco sobre la pasta seca. La reacción espumosa ayuda a desprender la grasa y facilita la limpieza. Para manchas más complejas, se puede frotar con sal gruesa antes de retirar los residuos con una esponja húmeda.
Un truco más implica generar vapor con jugo de limón y agua caliente. Colocar un recipiente con esta mezcla en el horno a baja temperatura durante 15 minutos ayuda a eliminar los restos de suciedad y, además, deja un aroma fresco.
Este método casero es seguro, económico y efectivo. Con ingredientes simples, es posible mantener el horno súper limpio y libre de productos químicos agresivos.
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