El café es mucho más que una bebida: para millones de personas, es un ritual diario imprescindible. Pero en torno a este hábito tan extendido, persiste una duda frecuente entre quienes buscan cuidar su salud: ¿conviene beber agua antes o después del café?
La respuesta, según los expertos, tiene implicaciones tanto para la digestión como para el control del azúcar en sangre. Por un lado, se ha comprobado que beber agua justo antes del café puede no ser lo más adecuado para todos.
Algunos especialistas señalan que hacerlo puede diluir los jugos gástricos, interfiriendo en el proceso digestivo. Esta situación se intensifica en personas con sensibilidad o problemas estomacales.
La hidratación adecuada debe mantenerse durante toda la jornada.
Por eso, la recomendación más sensata es dejar un margen de al menos 15 minutos entre el consumo de agua y el café. Este pequeño ajuste puede ayudar a evitar molestias y mejorar la capacidad del cuerpo para digerir la bebida.
No limitar la hidratación
No obstante, limitar la discusión a este momento específico del día, cuando se bebe café, es quedarse corto. La hidratación adecuada debe mantenerse durante toda la jornada. El agua no solo contribuye al buen funcionamiento del sistema digestivo, sino que tiene un impacto directo en la regulación de la glucemia.
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