Aunque la pechuga de pollo ha sido durante mucho tiempo considerada la opción más saludable debido a su bajo contenido de grasa, existen otras partes del pollo que ofrecen beneficios nutricionales igualmente destacados y, en ocasiones, más sabrosos.
Una de estas piezas es el solomillo de pollo, que a menudo es pasado por alto, pero que se está ganando el reconocimiento de nutricionistas y gourmets. El solomillo es una fina tira de carne que se encuentra unida a la pechuga, y aunque su sabor es similar al de esta, es notablemente más tierno.
Este corte de pollo se destaca por ser extremadamente magro, lo que lo convierte en una opción baja en calorías y grasas, pero alta en proteínas. Unos 100 gramos de solomillo de pollo proporcionan aproximadamente 110 calorías, 25 gramos de proteína y solo un gramo de grasa, lo que lo convierte en una opción ideal para quienes buscan cuidar su dieta sin sacrificar el sabor.
El pollo es una de las opciones más asequibles y saludables de toda dieta.
Además, su pequeño tamaño y la ausencia de huesos o piel hacen que sea fácil de preparar y se cocine rápidamente, siendo perfecto para quienes buscan comidas prácticas y nutritivas.
Otras opciones
Además del solomillo, los nutricionistas también han resaltado las pechugas y los muslos de pollo como opciones saludables. Ambas piezas son buenas fuentes de proteínas y presentan ventajas nutricionales similares, aunque el solomillo, por su ternura y facilidad de preparación, se lleva la delantera en cuanto a conveniencia.
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