Durante años, la carne roja ha estado en el centro de intensos debates sobre salud y alimentación. Sin embargo, lejos de desaparecer de los platos, su consumo sigue firme, y con razones de peso. Más allá de las controversias, expertos en nutrición destacan sus numerosos beneficios para el organismo, especialmente en lo que respecta a la energía, la fertilidad y el desarrollo muscular.
La carne roja, que incluye cortes de vaca, cerdo y cordero, es una fuente rica en proteínas completas, lo que significa que contiene todos los aminoácidos esenciales necesarios para el mantenimiento y crecimiento de la masa muscular.
Por ello, es un alimento habitual en dietas orientadas al rendimiento físico y la ganancia muscular. Uno de sus componentes clave es la creatina, una sustancia natural que mejora el rendimiento durante ejercicios de alta intensidad y ayuda en la recuperación muscular.
Además, la carne roja aporta vitaminas del complejo B, esenciales para transformar los alimentos en energía y mantener el sistema nervioso y muscular en óptimo funcionamiento. La carne roja tiene un lugar destacado en dietas enfocadas en la fuerza y la energía, no solo por su perfil proteico, sino también por su contenido en nutrientes clave como el hierro y el zinc.
Si bien la carne roja tiene beneficios, recomiendan un consumo equilibrado.
Más beneficios
En ese sentido, la carne roja sobresale como una fuente importante de hierro hemo, una forma de hierro que el cuerpo absorbe con mayor facilidad en comparación con el hierro no hemo que se encuentra en vegetales. Este tipo de hierro es esencial para combatir la fatiga, mantener la oxigenación celular adecuada y prevenir la anemia, especialmente en mujeres en edad fértil.
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